Por muy agradable que sea circular por los paseos, hemos de ser conscientes del peligro. La afluencia de bicis por las aceras, y en especial por los paseos marítimos en época estival puede producir conflictos con los peatones. El uso de la vía pública en estos lugares está restringida a las bicis y comienza a ser regulada.
Es por ello que nuestra actitud tiene que ser en todo momento modélica y respetuosa. Sólo así se nos respetarán los derechos de circulación. Hay paseos marítimos que durante el verano están frecuentados por gente que camina, y por ello hemos de evitar circular por ahí. En algunos lugares la prohibición de circular en bicicleta está regulada por la normativa municipal y en otros, tienen un horario de paso. Precisamente en muchas ocasiones los abusos han llevado a estas prohibiciones.

La bici, a pesar de su concepticón ecológica, relajada y placentera puede producir accidentes. Un choque con alguna persona mayor o niño puede tener consecuencias imprevisibles, además de la caída del ciclista. De la misma manera que nos molestan los coches aparcados en el carril bici, o que los peatones caminen por ellos, nosotros hemos de ceder su espacio a los peatones.

Lo mismo está ocurriendo en la montaña: en algunos lugares, los abusos de ciertos ciclistas descendiendo a gran velocidad por senderos, además de provocar erosión, pueden producir accidentes a los senderistas. En nuestra mano está que no se extiendan las prohibiciones si actuamos en todo momento con prudencia. Nadie nos impedirá que circulemos por un paseo o un sendero si evitamos las horas punta, o bajamos de la bici cuando sea necesario. También si circulamos a la velocidad adecuada y más cercana a la natural que serían unos diez por hora. Los derrapes y bajadas a gran velocidad no forman parte de nuestra manera de entender la BTT excepto en los lugares habilitados para ello o dentro del marco de las competiciones. La naturaleza valenciana no es un campo de pruebas, sino un territorio frágil y extraordinario, con infinidad de parajes para descubrir y a la disposición de todos para su disfrute y aprendizaje.

En algunos municipios como Almenara se prohibe la circulación de bicicletas por el paseo marítimo a ciertas horas, y también en ciertos periodos. Son medidas que tratan de armonizar el uso del espacio publico por todos los ciudadanos.

Por nuestra seguridad y la de los peatones, y para evitar que se limite la circulación de bicicletas, hemos de dar ejemplo de civismo y respetar en todo momento la normativa, al igual que también lo hemos de hacer con el código de circulación en las ciudades.
Texto y fotografías: José Manuel Almerich
